Historia de las organizaciones aliadas

Temblores: Sacudiendo las estructuras de la opresión en Colombia

Cuando a Carmenza le aventaron piedras en la calle, recurrió a la policía. Recuerda haber sido maltratada por quienes deberían haberla protegido. Su agresor, por su parte, quedó impune. Más tarde mataría a su perro “Toni”.    

El siguiente encuentro que tuvo con la policía no fue para darle seguimiento al caso, sino para confiscarle su medio de subsistencia. La despojaron de los materiales de reciclaje que recolecta y vende para ganarse la vida. Carmenza se quedó sin nada más que la ropa que llevaba puesta.

“¿Qué es lo que yo le debo a la vida?”, pregunta. La cantidad de violencia arbitraria que ha sufrido en las calles de Bogotá es vasta; y luego está el miedo.

 “A una cuadra de aquí asesinaron a una señora", cuenta. “La mataron y fue encontrada envuelta en un tapete. Entonces eso me da miedo: me da miedo que a mi también me pase, me da mucho espanto”.

Carmenza es una persona en situación de calle, una población cuya tasa de homicidios en Colombia ha aumentado en la última década, incluso cuando la tasa general de homicidios disminuyó en el país. Para personas en su posición, ser víctima de la violencia, aunada a la impunidad, no es la excepción sino la norma.

Es una realidad brutal que debería hacer temblar a la sociedad. Para asegurarse de que así sea, una organización se ha propuesto sacudir el statu quo hasta sus raíces.

Desde su creación en 2017, la organización Temblores ONG  se ha dedicado a combatir la desigualdad social y la injusticia que impactan a las comunidades y poblaciones que han sido históricamente marginadas. Sus herramientas para el cambio son el litigio estratégico, el apoyo legal y las campañas de participación ciudadana en Colombia. 

“El nombre Temblores viene de que queremos poner a tambalear todas las estructuras que hacen que haya exclusión, que haya violencia, y que haya violaciones a derechos humanos”, explica Sylvana Castro, coordinadora de comunicaciones de Temblores.

 “En especial, [Temblores] trabaja con poblaciones en situación de calle, trabajadoras sexuales, del colectivo LGBTQIA+, personas con discapacidad, básicamente las personas mas vulneradas por el estado”.

Una de las principales áreas de trabajo de Temblores es registrar y documentar los casos de violencia policial que, de otro modo, quedarían sin denuncia ni castigo. El proceso va acompañado de acciones que amplían el alcance de las voces de las personas que han sido invisibilizadas, para elevarlas más allá de las barreras que les impiden acceder a la justicia. Carmenza es una de esas voces.

En ese espíritu se publicó Los nunca nadie en 2018, un informe que pone en manifiesto la crisis de violencia que viven las personas en situación de calle en Colombia. Los nunca nadie recogió datos e informes sobre las crecientes cifras de homicidios, violencia física y abusos que viven las personas en situación de calle en Colombia. También hizo recomendaciones al gobierno para revertir “las prácticas de violencia policial que, día a día, atentan en contra de su vida, su integridad y su dignidad”.

Para darle seguimiento a estas acciones y con el objetivo de promover un cambio duradero, el equipo se preguntó: ¿qué factores sociales contribuyen para que los hechos de violencia en contra de las personas en situación de calle ocurran de forma sistemática?

La respuesta llegó en 2019 con la publicación de Algo huele mal.

El estudio muestra las terribles consecuencias de algo que, para muchas personas, solo representa un inconveniente menor: la ausencia de baños públicos. Al momento de publicación, había menos de ocho baños públicos por cada 100.000 habitantes en Bogotá. Para las personas en situación de calle, la discriminación a menudo impide el acceso incluso a esos pocos baños.

Esto fomenta un círculo vicioso. Para aquellas personas para las que la calle es su hogar, la ausencia de baños públicos deja solo los espacios públicos para realizar sus necesidades básicas. Esto les pone en permanente contravención del Código Nacional de Policía. No sólo se les negaba a las personas en situacion de calle sus derechos fundamentales y colectivos, sino que esa misma privación instigaba la violencia policial contra ellas.

 Y los ponía en riesgo: uno de los contextos más frecuentes de homicidio entre este grupo es mientras realizan "actividades vitales o relacionadas con el cuidado personal", según datos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia, citados en el informe.

El equipo de abogadas de Temblores reconoció que esta situación probablemente violaba los derechos fundamentales a la dignidad humana, al libre desarrollo de la personalidad, a la intimidad personal y a la igualdad de los habitantes de la calle según la Constitución de Colombia. Llevaron sus conclusiones ante la Corte Constitucional de Colombia.

“Habian varios caminos para presentar un caso de litigo estratégico, pero el que más tenía sentido y viabilidad de ganar fue hacer que el estado permitiera, o prometiera suficientes espacio de saneamiento, es decir baños públicos, para la gente en situación de calle. Al ser su hogar, el estado debe proveer un espacio en virtud de la Constitución”, explica Juan Pablo Ruiz, asociado de Luminate para América Latina.

El 17 de marzo de 2021, la Corte dio la razón a Temblores.

Su sentencia dice: “La Corte exceptúa a los habitantes de calle de las medidas correctivas ante la realización de necesidades fisiológicas en espacio público. Y exhorta a las autoridades territoriales a que adopten acciones y políticas que garanticen a esta población el acceso universal a la infraestructura sanitaria.”

"[Temblores] litigó y ganó al Estado", dice Sylvana Castro.

Tal logro es prueba del compromiso de la organización en la lucha contra la exclusión, la violencia y la discriminación, y en la promoción de los derechos de las personas que el sistema legal ha ignorado históricamente. Es un compromiso que compartimos en Luminate, donde nuestra misión es garantizar que todas las personas - particularmente quienes han estado subrepresentados - tengan la información, los derechos y el poder de influenciar las decisiones que impactan a la sociedad.

"Temblores tiene un valor añadido muy importante", dice Juan Pablo Ruiz. "Son muy innovadores en su comunicación y en cómo asesoran a cada vez más personas que han sido víctimas de violencia. Han tenido mucho éxito con su litigio estratégico y su equipo de abogados es impresionante."

Luminate se ha aliado con Temblores para contrarrestar la violencia policial y sus efectos, a través de una amplia gama de iniciativas.

"Tenemos varias líneas de acción. La primera, que es algo muy horizontal, es la violencia policial, en la que hemos trabajado mucho con Luminate", dice Sylvana Castro." El área de violencia policial se encarga de hacer investigación e incidencia para documentar, monitorear y denunciar las diferentes formas de violencia policial que ocurren en el país".

Dentro de esta área, GRITA - acrónimo que significa Grabar, Registrar, Investigar, Triangular, Asistir - del área de violencia policial de la organización busca facilitar la denuncia de casos de violencia policial para contribuir a su erradicación.

"A través de este observatorio, [Temblores] hace una triangulación de las denuncias que recibe y con ella no sólo visibilizamos la violencia, sino que hacemos investigación e incidencia, y tratamos de mantener una comunicación constante con el Estado para que estas violencias no sigan ocurriendo", explica Sylvana Castro.

"Luego viene la parte de litigio estratégico, en la que también hemos trabajado con Luminate. Se divide en justicia colectiva, justicia individual y diseño de herramientas legales. La justicia colectiva ha hecho litigios con los colectivos, como fue el caso de las personas en situación de calle. Para la justicia individual, se tiene la plataforma de justicia de litigio estratégico llamada Policarpa. Se trata de una clínica de justicia ambulante para asesorar gratuitamente a las personas que lo necesiten. Las mujeres de Policarpa, que son todas abogadas, investigan cada caso e intentan asesorar a las personas que más lo necesitan".

Temblores también acerca a las personas el acceso a la justicia a través de herramientas jurídicas, como guías sobre las normativas que afectan a las personas LGBTQIA+ y a las que se oponen al servicio militar.

Los temas relaciones con género, en particular, son uno de los principales enfoques de la organización y los abordan de manera temática y transveral en todas sus actividades. Por ejemplo, a través de un proyecto llamado Epicentra, la organización busca romper las barreras que enfrentan las personas con géneros y sexualidades disidentes o no normativos cuando intentan acceder a los servicios de salud.

La democracia y la participación son otro componente esencial del trabajo de Temblores, que se alinea con el enfoque de Luminate de asegurar que todas las personas puedan participar plenamente en ámbitos cívicos y políticos, que puedan segura y efectivamente hacer rendir cuentas a quienes están en posiciones de poder, y que puedan acceder a información verídica y de alta calidad.

"Queremos ayudar a combatir la desinformación, a hacer una pedagogía política al servicio de todas las personas", dice Sylvana Castro.

En los últimos años - especialmente en el contexto de las protestas que sacudieron a Colombia en 2021 - los informes de la organización sobre la violencia policial han suscitado continuamente la atención de los medios de comunicación y han aumentado la presión para una mayor rendición de cuentas sobre la violencia policial.

Temblores se fundó para sacudir las estructuras hegemónicas que garantizan el persistencia de la exclusión, la violencia y la discriminación. Los temblores que provocan su acción por cambio sistémico no han dejado de hacerse sentir.

"Son una organización joven que ya ha conseguido victorias muy interesantes. Han estado al centro de la lucha por una reforma sobre la violencia policial. Y creo que una reforma significativa está a la vuelta de la esquina", dice Juan Pablo Ruiz.